Definir objetivos factibles
Para, prácticamente, todas las empresas, las medidas de rendimiento más importantes son los objetivos interrelacionados de la rentabilidad de la inversión (ROI); crecimiento de los ingresos, beneficios o cuota de mercado, y adecuación del cash flow para financiar el crecimiento.
La idoneidad de los objetivos de una compañía se puede medir mediante comparaciones con el rendimiento de compañías del sector y, en último término, por la cantidad de oportunidades de inversión existentes en el espectro de todas las industrias, ya que todos los sectores compiten por el capital que el mercado destina a la inversión.
Por lo que respecta a los objetivos y al rendimiento empresarial, es esencial elegir una compañía que tenga un nivel de probabilidad razonable de conseguir sus objetivos y metas financieras.
Lo primero que hay que hacer en la formulación estratégica es elegir el sector en el que se va a competir. Si está seguro de que introduciéndose en un nuevo sector o continuando en el que ya está le puede ir bastante bien, el estratega tendrá que decidir la dirección que tomará el negocio (estrategia) y la fuerza (grado de inversión) que se dedicará al esfuerzo.
Esencialmente, hay tres caminos de crecimiento direccional entre los que se puede elegir: crecimiento, estabilidad/madurez y recesión. Cada camino se corresponde con una de las fases del ciclo de vida del producto de una empresa y cada uno tiene sus propias necesidades y recompensas financieras.
Éstas son algunas preguntas que le pueden ayudar a identificar las distintas fases del ciclo de vida del sector/producto:
En la empresa que está considerando, ¿aumentan o disminuyen los competidores? Por lo general, el número de competidores suele aumentar en la etapa de crecimiento y disminuir en la de recesión.
¿Espera tener poder para influir en los precios? Los incrementos de precios suelen ser más fáciles en la fase de crecimiento y casi imposibles en la de madurez y la de recesión.
Además, la entrada también se complica cuando las empresas establecidas crean barreras al final de la etapa de crecimiento y de madurez.
Las lineas de producto con un ritmo de crecimiento rápido suelen ser rentables, pero sus necesidades de inversión son elevadas.A medida que los productos y los mercados maduran, los beneficios continúan, las necesidades de inversión disminuyen y la empresa empieza a generar efectivo.
Durante la recesión, el beneficio cae, la empresa sigue generando efectivo pero a un ritmo más lento, y la inversión adicional resulta cada vez menos atractiva. En un momento dado, habrá que reducir la dimensión del negocio para recuperar la mayor cantidad posible del capital invertido manteniendo o reduciendo la inversión, y llegando a su liquidación o desinversión.
A continuación, tres consejos que es importante recordar en el momento de definir metas y objetivos y de utilizar el ciclo tie vida del sector/producto para mejorar las decisiones estragicas:
- Empezar definiendo objetivos factibles: Los objetivos tienen Iue ser apropiados para el nivel de rentabilidad potencial de las •mpresas elegidas. Si no lo son, habrá que cambiar alguno.
- Hay que conocer y considerar las características del sector: Antes de implementar una estrategia nueva, hay que considerar lo que le conviene a la empresa, teniendo en cuenta en qué etapa del ciclo de vida de la empresa/producto se encuentra. I?sta consideración será muy útil para elegir el camino hacia el crecimiento direccional adecuado para la empresa.
- Poner el listón alto: Las organizaciones raramente superan sus expectativas. Planee avances importantes y tendrá más probabilidades de conseguirlos.
«Competir en la industria inadecuada en el momento inadecuado es un imán para el fracaso.»
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Categoría: Plan de Negocio.
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