Comportamiento de cooperación frente a comportamiento de no cooperación
Por un lado, los directivos actúan de forma no cooperadora cuando actúan por su cuenta sin ninguna clase de acuerdo, implícito o explícito, con las demás empresas. Es la clase de conducta propia de la competencia monopólica. Por otro, actúan de forma cooperadora cuando tratan de minimizar la competencia poniéndose de acuerdo, explicita o tácitamente, en cuanto al precio, la producción y otras cuestiones del mercado.
Tal vez el ejemplo histórico más famoso de una colusión explícita (ilegal en casi todos los países) es la llamada «conspiración de las fases de la luna». En 1960, los directivos de General Electric, Westinghouse y Allis Chalmers crearon una trama para fijar los precios del mercado del material eléctrico pesado. Cada una de las empresas enviaba su oferta competitiva sellada, pero tras haberse puesto de acuerdo de antemano en que el trabajo sería asignado a una determinada empresa según la fase en la que estuviera la luna. Esto permitía que las empresas presentaran ofertas más altas de lo que habría sido normal sin esta connivencia. También permitía que el ganador predeterminado presentara una oferta ligeramente inferior, pero aun así muy por encima del resultado competitivo. El resultado final de esta conspiración fue que 29 fabricantes y 46 directivos fueron procesados, se impusieron fuertes multas y muchos fueron a la cárcel.
Dado que la connivencia explícita es ilegal, los directivos empresariales han pensado una variedad de maneras de ponerse de acuerdo tácitamente. La connivencia tácita se da cuando las empresas de un sector pueden refrenarse voluntariamente de competir sin acuerdos explícitos.
Un vehículo habitual de tales acuerdos tácitos son las declaraciones públicas hechas por altos directivos. En algunos de esos discursos, pgr ejemplo cuando están hablando de por qué están subiendo los costos en un sector y por qué tal vez sea hora de subir los precios, no están hablando sólo a quienes están presentes, sino que están dirigiéndose a través de los medios de comunicación a otros altos directivos del sector, y todo de una forma completamente legal.
Del mismo modo, las asociaciones profesionales o gremiales pueden tener un papel importante en esos acuerdos tácitos, dado que pueden actuar como conducto y cámara de compensación de informaciones sobre precios y costos de un sector. A partir de esa información, los directivos pueden descubrir lo que están haciendo sus rivales y en algunos casos coordinar sus actividades.
El resultado de todo esto es que cuando algunas empresas se ponen de acuerdo tácitamente, a menudo establecen precios altos idénticos que elevan los beneficios y disminuyen el riesgo de hacer negocios. Todo está dentro de la legalidad y francamente, como director ejecutivo de una empresa, usted tendrá que ser consciente de que esa clase de comunicación es muy frecuente.
Califica este Artículo
Categoría: Microeconomía para Directivos.
Deja una respuesta
