Confirme por escrito sus instrucciones y las obligaciones de la otra persona
No asuma que el trabajo se completará o que se respetará el trato solo porque alguien haya acordado hacerlo. Mucha gente tiene poca memoria, otros están demasiado ocupados y prácticamente todos se tomarán el asunto mucho más en serio si está por escrito. Por supuesto que hay excepciones, pero en ocasiones conviene tener a una tercera persona como testigo y así evitar futuras confusiones y supuestas injusticias con sus empleados.
Empecemos por organizar nuestro escritorio para luego transmitir nuestra experiencia a nuestro equipo de trabajo.
Echemos mano de nuestra libreta y lápiz y dejemos que ellos carguen con nuestros pendientes para resolverlos de manera más rápida y con menos estrés.
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Categoría: Las Leyes no Escritas del Management.
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