Confiabilidad


Cuando pensamos en el éxito económico de Japón, lo que nos viene a la mente a muchos de nosotros es el sector del automóvil. ¿Por qué empresas como Toyota y Honda han tenido tanto éxito en quitarle cuota de mercado a empresas como GM o Ford? La calidad percibida del producto probablemente sea la razón por la que tantos norteamericanos eligen comprar coches japoneses. Pero ¿qué dimensión de calidad es la más importante? La respuesta más probable a esa pregunta, fuertemente sugerida por las encuestas anuales a consumidores, es la confiabilidad de los coches japoneses.

Se trata de la confiabilidad, como campo, diferente del control de calidad estadístico que se realizaba en la década de los años 50, con el crecimiento de los sectores aeroespacial y electrónico de la posguerra en Estados Unidos. El departamento de defensa, en concreto, se interesó mucho en los estudios de fiabilidad cuando se hizo dolorosamente evidente que había serios problemas con los componentes y sistemas militares. De hecho, un estudio descubrió que en 1950 sólo la tercera parte de los aparatos electrónicos de la Marina funcionaba correctamente.

Ejemplo de aplicación 4

Navistar tiene éxito con el programa de calidad Seis Sigma

Navistar International es uno de los grandes fabricantes de camiones, autobuses y motores en Estados Unidos y tiene varias fábricas por todo el mundo. En 1985, los empleados de Navistar, en todo el mundo, superaban los 110.000. Debido a una huelga del sindicato UAW (United Auto Workers) y a una recesión, la empresa tuvo que recortar drásticamente su plantilla para sobrevivir. En la actualidad tiene alrededor de 20.000 empleados. Para combatir problemas de costo y calidad que tenía en aquel momento, Navistar decidió lanzar un programa de calidad Seis sigma a mediados de la década de 1990.

Los programas Seis sigma tienen su propia cultura. Los empleados especialmente entrenados reciben el nombre de cinturones negros después de un mes de formación y de maestros cinturones negros después de recibir formación adicional. Los cinturones negros son asignados a proyectos específicos y tienen poder como para dirigirse directamente a la alta dirección y proponer soluciones.

Por supuesto que para que un enfoque así funcione, no sólo los empleados sino también los directivos, deben estar firmemente comprometidos con el programa.

Aunque los programas Seis sigma raramente alcanzan las bajas tasas de defectos que pretenden, el objetivo es claro: hacer lo que haga falta en la empresa para producir un cambio fundamental en las actitudes tanto de la dirección como de los empleados con respecto a la calidad. Cabe destacar, sin embargo, que los programas de calidad no salen gratis. Para comenzar, Navistar tuvo que pagar más de 6 millones de dólares a una empresa consultora para aplicar su programa.

¿Todo el mundo cree en el valor de los programas Seis sigma? Evidentemente no. Por ejemplo, Charles Holland, presidente de una empresa consultora de Knoxville que se especializa en métodos estadísticos de control de calidad dice que el programa Seis sigma es una bala de plata* «vendido a precios exorbitantes».

Si esto es cierto, ¿qué llevó a Navistar a tirar 6 millones de dólares en este programa? Según John Horne, el consejero delegado de la empresa en 1995, la empresa necesitaba un antídoto contra la caída que estaba experimentando: «No teníamos una estrategia; la mayoría de empresas no la tiene». La estrategia que adoptó Horne fue ocuparse de los problemas de la empresa en cada fábrica. El principal objetivo clel programa Seis sigma fue la enorme fábrica de Springfield, Ohio, que estaba en grandes dificultades.

El esfuerzo logró un millón de dólares de ahorro el primer año y ahorros mayores en los años siguientes. El ahorro total solamente en esta fábrica se ha calculado en 26 millones de dólares, muy por encima de los 6 millones de dólares de costo del programa.

;Cuál es la diferencia entre el control de calidad estadístico y la confiabilidad? El primero se ocupa de vigilar procesos para asegurar que un producto fabricado cumple ciertas especificaciones. Las variables aleatorias de interés son el número de defectos y el grado de variación.La confiabilidad, en cambio, considera el comportamiento de un producto a lo largo del tiempo. Las variables aleatorias de interés en esta dimensión se ocupan de la cantidad de tiempo que pasa entre fallas. De hecho, tres de los desastres más destacados de los últimos tiempos, los desastres nucleares de Three Mile Island y Chernobil y la dramática pérdida del trasbordador espacial Shuttle, fueron el resultado de fallas de confiabilidad.

Para modelar la confiabilidad, los directores de operaciones disponen de una serie de herramientas importantes, por ejemplo, modelos de mantenimiento, estrategias de reposición por edad, funciones de confiabilidad y el proceso Poisson, por mencionar sólo algunos.

La idea general aquí es que los estudios sólidos sobre confiabilidad permiten a directivos y mandos empresariales establecer los programas más eficaces de mantenimiento preventivo y sustitución programada, así como analizar y comercializar con rentabilidad una amplia variedad de programas de garantías. Estas son sólo algunas otras maneras en que un estudio cuidadoso y el dominio de la gestión de operaciones puede contribuir al resultado final.

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Categoría: Gestión de Operaciones.





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