El Teletrabajo


El teletrabajo, o el trabajo realizado por los empleados en sitios distintos a su oficina habitual, se ve facilitado por las telecomunicaciones e Internet. La International Telework Associatin & Council (ITAC) define el teletrabajo como el hecho de «utilizar las telecomunicaciones para trabajar sea donde sea, con el fin de satisfacer las necesidades de los clientes: desde la oficina en casa, un centro de teletrabajo, una oficina satélite, la oficina del cliente, una terminal de aeropuerto, una habitación de hotel, el bar de la esquina o desde la propia oficina para el colega que trabaja diez pisos más abajo del mismo edificio»4. La ITAC calcula que en Estados Unidos unos veintiocho millones de empleados utilizaron alguna forma de teletrabajo en el año 2001.

Los defensores del teletrabajo destacan los beneficios y la reduc­ción de costes medibles que obtienen las empresas que lo promue­ven, entre los cuales hay unos costes inmobiliarios menores, una mayor productividad, lealtad y satisfacción por parte de los emplea­dos, y una menor rotación del personal. Y en cuanto a los propios teletrabajadores, consideran que les ayuda a equilibrar sus respon­sabilidades laborales y personales. Si trabajan desde su oficina en casa uno o más días a la semana, pueden reducir drásticamente el tiempo perdido en uno de los rasgos característicos de la vida urba­na moderna: el tiempo de transporte. De este modo se ahorran un tiempo que pueden dedicar a sus objetivos personales. El teletraba­jo en casa también permite que los padres estén cuando sus hijos vuelven de la escuela, algo importante para los padres trabajadores.

AT&T, que ha utilizado el teletrabajo de forma considerable desde principios de los años noventa, en el año 2000 hizo una encuesta aleatoria a 1.238 de sus directivos y encontró pruebas evidentes de que el teletrabajo era positivo para la empresa y para sus trabajadores:

AT&T también informó de que tenía un ahorro anual de veinticinco millones de dólares en costes inmobiliarios, puesto que sus teletrabajadores a tiempo completo no precisaban ni espacio para trabajar ni espacio para aparcar en las instalaciones de la empresas.

Estos notables descubrimientos no son exclusivos de AT&T Pero antes de que su empresa o su departamento adopte un programa de teletrabajo, debería reflexionar sobre una serie de cuestiones:

Con todo, a pesar de los elogios que pueda recibir, el teletrabajo no es adecuado para todas las empresas o individuos. En un artículo para la Harvard Business Review, Mahlon Apgar aborda esta cuestión y explica que los programas como el teletrabajo son más adecuados cuando las empresas cumplen las siguientes características:

El teletrabajo también implica una adaptación por parte de directivos y supervisores. Al fin y al cabo, si sus subordinados no están bajo su observación directa, ¿cómo puede un directivo saber si están trabajando o mirando la televisión? Según la mayoría de los expertos, la solución radica en que los directivos se centren más en los resultados que en las actividades. Esto significa que deben establecer unos objetivos claros para el teletrabajador individual, asegurarse de que entienden esos objetivos y establecer un sistema de seguimiento de los avances con fases a corto plazo. Los directivos también tienen que encontrar maneras de integrar a los teletraba jadores en el grupo; si no, pueden acabar aislándose y sintiendo que no forman parte del equipo.

¿El teletrabajo le permitiría ganar el tiempo perdido en el transporte y utilizar ese tiempo para abordar sus objetivos personales? ¿Su rendimiento en el trabajo mejoraría o se vería perjudicado? ¿Pondría en peligro sus posibilidades de ascenso? Son preguntas importantes que debe plantearse.

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Categoría: Gestión del Tiempo.





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